CIRUGÍA DE RECONSTRUCCIÓN DEL HIMEN
Soy mujer, soy feminista y soy ginecóloga.
La mitología alrededor del himen es para mí una lacra.
Considero que hay que informar a las chicas de lo que pasa cuando empiezan su vida sexual: cómo las primeras veces es dífícil y duele, cómo es posible sangrar en cada intento, cómo es probable que no consigan la penetración completa en esa primera vez, explicar que no se trata de "dilatar" sino de "romper"...
Para mí, esto es información sobre una realidad fisiológica, pero no tiene carga moral. Una mujer no vale más ni vale menos porque se le haya roto el himen mientras montaba a caballo o porque se haya enamorado de un chico con quien tuvo sexo. Una mujer no tiene que "demostrar" su virginidad.
Dicho esto, vamos a hablar de las cirugías de reconstrucción de himen. La finalidad de la cirugía de reconstrucción de himen es que en la próxima relación sexual el hombre encuentre resistencia, la mujer sangre, y quede demostrado a ojos del hombre (y muy a menudo también de las familias de ambos) que esa chica era virgen.
La idea es de por sí repugnante y muchos de mis compañeros ginecólogos se niegan a realizar dichas cirugías por considerar que de esa manera están contribuyendo a la erradicación de los mitos de virginidad.
Mi opinión es diferente. Yo quiero que la sociedad cambie, pero soy consciente de que yo no puedo cambiarla y, sobre todo, soy consciente de que una adolescente asustada que va a pasar por el ritual del pañuelo (por poner un ejemplo) no está en situación de conseguir que toda su comunidad cambie de mentalidad.
Con esto digo que yo, personalmente, he realizado cirugías de reconstrucción de himen en la Sanidad Pública. Lo hago porque lo considero mi obligación como ginecóloga. Para los moralistas, diré que la gran mayoría de las chicas sometidas a cirugía de reconstrucción eran "vírgenes" en el sentido de que nunca habían tenido contacto sexual con un hombre.
También diré que un porcentaje significativo de mujeres que acuden aterrorizadas a solicitar una cirugía de reconstrucción, tiene, de hecho, el himen intacto, lo que pasa es que la mujer no había sabido identificar esa membrana como himen, así que se van aliviadas cuando les explico que tienen himen y se lo muestro en el espejito.
En el caso de no haber himen, yo, personalmente, hablo con la paciente para conocer sus miedos y lo que ella espera de la cirugía y, si la situación social hace que no tener himen suponga un riesgo de exclusión social o maltrato, la opero.
Cuando el himen lleva poco tiempo roto (menos de una ó como mucho dos semanas) lo que se hace es coserlo. Cuando ya no hay himen, se debe crear uno nuevo. Puede hacerse con una membrana artificial (en este caso es frágil y hay que instalarlo poco antes de la "demostración" de virginidad) o uniendo dos fragmentos de mucosa vaginal o de los labios menores. En este último caso la operación debe realizarse como mínimo un mes antes del evento y es más compleja que la instalación de la membrana. El himen construido con tejido de la propia paciente duele mucho al romperse y sangra muchísimo, que, por desgracia, era la finalidad.
¿QUÉ DEBO HACER SI NECESITO UNA CIRUGÍA DE RECONSTRUCCIÓN DE HIMEN?
Si nunca has estado con un hombre, lo primero que debes hacer es acudir a tu ginecólogo, ya que es muy probable que el himen esté intacto y no necesites ninguna cirugía. Muchas mujeres creen que no tienen himen pero sí que lo tienen.
Si has tenido una relación sexual pero no te han penetrado por completo, es posible que aún quede himen disponible para sangrar en tu próxima relación; eso sólo te lo puede decir un ginecólogo.
Si tu situación es que naciste sin himen o que ya has tenido varias relaciones sexuales completas, también debes acudir a tu ginecólogo para que te informe de dónde realizar la cirugía. No todos los ginecólogos realizan cirugías de reconstrucción y mucho menos en la Sanidad Pública, ya que no es una prestación incluida. Eso quiere decir que tu ginecólogo de la Sanidad Pública no está obligado a operarte, pero sí que debería indicarte a quién acudir.
La mitología alrededor del himen es para mí una lacra.
Considero que hay que informar a las chicas de lo que pasa cuando empiezan su vida sexual: cómo las primeras veces es dífícil y duele, cómo es posible sangrar en cada intento, cómo es probable que no consigan la penetración completa en esa primera vez, explicar que no se trata de "dilatar" sino de "romper"...
Para mí, esto es información sobre una realidad fisiológica, pero no tiene carga moral. Una mujer no vale más ni vale menos porque se le haya roto el himen mientras montaba a caballo o porque se haya enamorado de un chico con quien tuvo sexo. Una mujer no tiene que "demostrar" su virginidad.
Dicho esto, vamos a hablar de las cirugías de reconstrucción de himen. La finalidad de la cirugía de reconstrucción de himen es que en la próxima relación sexual el hombre encuentre resistencia, la mujer sangre, y quede demostrado a ojos del hombre (y muy a menudo también de las familias de ambos) que esa chica era virgen.
La idea es de por sí repugnante y muchos de mis compañeros ginecólogos se niegan a realizar dichas cirugías por considerar que de esa manera están contribuyendo a la erradicación de los mitos de virginidad.
Mi opinión es diferente. Yo quiero que la sociedad cambie, pero soy consciente de que yo no puedo cambiarla y, sobre todo, soy consciente de que una adolescente asustada que va a pasar por el ritual del pañuelo (por poner un ejemplo) no está en situación de conseguir que toda su comunidad cambie de mentalidad.
Con esto digo que yo, personalmente, he realizado cirugías de reconstrucción de himen en la Sanidad Pública. Lo hago porque lo considero mi obligación como ginecóloga. Para los moralistas, diré que la gran mayoría de las chicas sometidas a cirugía de reconstrucción eran "vírgenes" en el sentido de que nunca habían tenido contacto sexual con un hombre.
También diré que un porcentaje significativo de mujeres que acuden aterrorizadas a solicitar una cirugía de reconstrucción, tiene, de hecho, el himen intacto, lo que pasa es que la mujer no había sabido identificar esa membrana como himen, así que se van aliviadas cuando les explico que tienen himen y se lo muestro en el espejito.
En el caso de no haber himen, yo, personalmente, hablo con la paciente para conocer sus miedos y lo que ella espera de la cirugía y, si la situación social hace que no tener himen suponga un riesgo de exclusión social o maltrato, la opero.
Cuando el himen lleva poco tiempo roto (menos de una ó como mucho dos semanas) lo que se hace es coserlo. Cuando ya no hay himen, se debe crear uno nuevo. Puede hacerse con una membrana artificial (en este caso es frágil y hay que instalarlo poco antes de la "demostración" de virginidad) o uniendo dos fragmentos de mucosa vaginal o de los labios menores. En este último caso la operación debe realizarse como mínimo un mes antes del evento y es más compleja que la instalación de la membrana. El himen construido con tejido de la propia paciente duele mucho al romperse y sangra muchísimo, que, por desgracia, era la finalidad.
¿QUÉ DEBO HACER SI NECESITO UNA CIRUGÍA DE RECONSTRUCCIÓN DE HIMEN?
Si nunca has estado con un hombre, lo primero que debes hacer es acudir a tu ginecólogo, ya que es muy probable que el himen esté intacto y no necesites ninguna cirugía. Muchas mujeres creen que no tienen himen pero sí que lo tienen.
Si has tenido una relación sexual pero no te han penetrado por completo, es posible que aún quede himen disponible para sangrar en tu próxima relación; eso sólo te lo puede decir un ginecólogo.
Si tu situación es que naciste sin himen o que ya has tenido varias relaciones sexuales completas, también debes acudir a tu ginecólogo para que te informe de dónde realizar la cirugía. No todos los ginecólogos realizan cirugías de reconstrucción y mucho menos en la Sanidad Pública, ya que no es una prestación incluida. Eso quiere decir que tu ginecólogo de la Sanidad Pública no está obligado a operarte, pero sí que debería indicarte a quién acudir.
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