EL DÍA EN QUE DEJAS DE SER VIRGEN: PERDER LA VIRGINIDAD ES UN PROCESO

La virginidad es una situación mental que cada una puede interpretar a su manera. Aquí, con "virginidad" me voy a referir exclusivamente a la presencia de himen.

El himen nunca o casi nunca se pierde en la "primera vez". Lo más habitual es que la "primera vez" termine sin que el hombre haya sido capaz de penetrar a la chica puesto que el himen, al contrario de la creencia popular, se resiste a dejarse romper.

La pérdida de la virginidad es en realidad un proceso de varios días. Si os veis sólo una o dos veces por semana podrían pasar un par de meses desde que decidiste compartir tu virginidad hasta que la vagina quede sin himen.

NO HAY QUE DILATAR: HAY QUE ROMPER
Algunos hombres y mujeres piensan que las vaginas de las mujeres vírgenes son estrechas por falta de uso y que hay que "dilatarlas". La recomendación de lubricante es habitual, como si ayudar a deslizar el pene contribuyera a dicha dilatación.
En realidad, las vaginas de las mujeres vírgenes son exactamente iguales a las de mujeres no vírgenes. El pene no entra porque se encuentra con un obstáculo, que es el himen, y el himen no hay que dilatarlo, sino que hay que romperlo. Los mimos, el lubricante y la buena voluntad no van a cambiar esa realidad: sólo desgarrando el himen podrá producirse una penetración completa y cómoda.

FASE UNO:
Tanteo. Aquí la pareja decide que es el momento en que ella va a "perder la virginidad". La cosa se hace más previsible cuando él ya ha estado con otra chica virgen, pero cuando ninguno de los dos tiene experiencia en estos trances, es habitual que la sesión termine con una gran frustración ya que, por muy excitada que esté ella y muy cariñoso que esté él, allí no entra nada.

El himen es tan resistente como cualquier otra mucosa y no va a permitir la penetración.

La primera sesión termina con un suave desgarro del himen que posiblemente dejará una pequeña manchita de sangre en la braga, a veces ni eso. Escuece y duele durante unas horas, luego la sensación cede y para un observador inexperto el himen podría parecer intacto.

FASE DOS: LA PUNTITA
Si estás buscando información sobre la primera vez seguramente ya te habrás encontrado centenares de veces con la pregunta sobre si meter sólo la punta rompe la virginidad. La pregunta es, como mínimo, curiosa, puesto que, ¿por qué meten sólo la punta? ¿Acaso los hombres son capaces de contenerse hasta ese punto?
La respuesta es que sólo se mete la punta porque no es posible penetrar mucho más. La mujer siente una fuerte tensión y él nota que de ahí no pasa. Lo habitual es terminar el intento de penetración en ese momento.
Con la punta se habrá producido otro desgarro del himen, a veces más de uno, pero sigue sin ser suficiente para la penetración completa.
Habrá sangre (de nuevo unas gotitas) y puede que la mujer piense que ya perdió su virginidad, pero, al menos desde el punto de vista físico, aún le queda un largo camino.
Para las chicas que tengan dudas sobre si perdieron su virginidad, la respuesta es que depende de aquello que ellas consideren virginidad. Si la mujer se arrepintió de esa relación de pareja y en su cultura es importante sangrar la "primera vez", cuando sólo ha entrado la punta aún es posible tener un sangrado abundante en el siguiente intento por lo que, a efectos culturales, la mujer puede seguir considerándose virgen.

FASE TRES: LA MITAD DEL PENE
En el siguiente intento y poniendo mucho por parte de los dos, lo habitual es que el pene entre hasta la mitad. Este es el día en que de verdad duele y el dolor puede ser intenso ya que en esta fase el himen sufre grandes desgarros en todo su contorno. A muchas mujeres las pilla por sorpresa porque ya se habían considerado desvirgadas y no esperaban tanta resistencia ni tanto dolor.
Minutos después de que el hombre haya sacado el pene lo habitual es que haya un sangrado importante, capaz de manchar la ropa y las sábanas. Si la mujer permanece tumbada, el sangrado podría postponerse.
Si en la cultura de la pareja es importante la sangre en la sábana, la mujer debe esperar hasta que el sangrado se haya producido evitando abandonar la cama o ducharse hasta entonces.
Si prefieres contener la hemorragia, lo habitual es que se necesiten entre dos y tres salvaslip y que persista un pequeño sangrado durante dos días.
Si miras con el espejito ya podrás ver casi todo el contorno de la vagina despejado con restos del himen en los bordes y coágulos de sangre.
En este momento la pérdida física de la virginidad es irreversible aunque, si la mujer vuelve a tener relaciones en menos de dos días, existe la posibilidad de que vuelva a sangrar.
Lo recomendable después de esta fase es dejar que la vagina descanse por lo menos esos dos o tres días para evitar dolores.

FASE CUATRO: PENETRACIÓN COMPLETA
En esta fase el pene puede penetrar completamente. Hay un pequeño dolor, más bien escozor, y un pequeño sangrado. No se recomienda que el hombre haga los movimientos del coito, sólo penetrar por completo y retirarse.
Para puristas, aquí la chica ya está desvirgada y ya no hay posibilidad de sangrado en relaciones posteriores.
Al cabo de dos o tres días los restos del himen habrán desaparecido y la vagina estará por completo despejada.
Al mirar con el espejo de baño la vagina se habrá convertido en un tubo de diámetro homogéneo, sin obstáculos. Es lo que se llama en jerga "vagina desflorada".

FASE QUINTA: EL PRIMER COITO CON RITMO
Con la vagina libre de himen y sin restos de la membrana capaces de producir molestias, la mujer puede por primera vez disfrutar de la sensación del coito con sus movimientos. Llegar a tener un orgasmo depende de muchos otros factores, pero por lo menos la pareja ya puede tener relaciones coitales completas sin que medie incomodidad o dolor. No debería haber ningún sangrado.

La velocidad a la que una pareja supera estas etapas depende de cada mujer, pero es habitual que para cada etapa sea necesario al menos un día con su sesión completa de besos y achuchones. Es recomendable esperar entre dos y tres días para cada intento de manera que la mujer tenga tiempo de curarse de sus "heridas" antes de continuar. Hacerlo más deprisa sólo sirve para producir un dolor innecesario y posiblemente produzca problemas de vaginismo (contracción de los músculos de la vagina por miedo a la penetración).

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