¿CÓMO SÉ SI TENGO HIMEN?
Internet está plagado de información sobre que es normal que una mujer no tenga himen y que el himen se puede romper con cualquier pequeño movimiento sin que la mujer lo sepa.
Aunque es verdad que algunas mujeres nacen sin himen, lo más habitual es que lo tengan, lo que sí es cierto es que muchas mujeres no saben que eso es el himen, dado que la membrana que se ven les permite usar tampones o tocarse y les da la impresión de que un pene entraría también sin problemas.
El himen es toda la piel que está alrededor de la entrada de la vagina, algo así como un anillo de carne y, aunque parece elástico, os aseguro que no permite la invasión de un pene.
En argot se habla de "la flor" y la "desfloración". Esto es porque en la vagina con himen se ven multitud de pliegues de carne mientras que en la vagina sin himen se ve un canal perfecto.
Si cuando te miras con el espejito no puedes ver el fondo de la vagina, es porque tienes himen.
El himen no se rompe en la primera relación sexual (a no ser que el hombre aplique una fuerza extraordinaria). El himen se desgarra por fases, a lo largo de varias relaciones sexuales, hasta finalmente desaparecer. Aproximadamente hacen falta seis intentos de penetración para que todo el himen desaparezca.
Aunque es verdad que algunas mujeres nacen sin himen, lo más habitual es que lo tengan, lo que sí es cierto es que muchas mujeres no saben que eso es el himen, dado que la membrana que se ven les permite usar tampones o tocarse y les da la impresión de que un pene entraría también sin problemas.
El himen es toda la piel que está alrededor de la entrada de la vagina, algo así como un anillo de carne y, aunque parece elástico, os aseguro que no permite la invasión de un pene.
En argot se habla de "la flor" y la "desfloración". Esto es porque en la vagina con himen se ven multitud de pliegues de carne mientras que en la vagina sin himen se ve un canal perfecto.
Si cuando te miras con el espejito no puedes ver el fondo de la vagina, es porque tienes himen.
El himen no se rompe en la primera relación sexual (a no ser que el hombre aplique una fuerza extraordinaria). El himen se desgarra por fases, a lo largo de varias relaciones sexuales, hasta finalmente desaparecer. Aproximadamente hacen falta seis intentos de penetración para que todo el himen desaparezca.
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